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domingo, 22 de noviembre de 2020

Transformación del Estado Venezolano y la Salud

Reflexionar sobre la transformación del Estado Venezolano, es sin duda un reto de alta envergadura del cuál me permitiré partir de su inicios que a mí parecer son primordiales en este breve análisis. 

La Nación o Estado Venezolano, se instaura como República producto de un proceso de colonización brutal dónde la muerte es un ejercicio permanente; la libertad es producto de la acogida de un sistema de oriundos y pensadores formados bajo la concepción europea de lo que esto significaba. Bajo esos parámetros el Estado fue reproduciendo de forma rápida la visión de libertad de otros países y su forma de ver la contextualidad que lo afectaba de forma directa. La Democracia luego como sistema de gobierno de las mayorías implementa todo un proceso de dominación bajo la estructura europea de los Estados dónde aún se concibe la lucha por la dominación como una condición natural de poder sobre la vida y el establecimiento social, es de allí donde venimos y dónde el sistema capitalista emprende su misión de enajenar y alienar al pueblo de la mano de sus líderes del color político que ustedes le quieran poner, siendo cada uno de ellos reflejo sistemático de una ideología que coloniza de forma oculta colocando en un crisol teorías sociales, económicas, educativas y culturales todas ellas integrantes en buena parte del coloniaje y la degradación de la condición humana, entidad que es el objetivo final del sistema Capitalista. Gobiernos que durante no solo 40 años, yo diría que más y  todos en búsqueda de la subyugación del hombre. Esto da pie a mucha tela que cortar en cualquiera de los ámbitos que tratemos, pero sin duda deberé centrarme en lo que considero y nos ha llamado de esta maestría el sistema de salud como componente básico de los pueblos. La salud dentro del Estado Venezolano ha sido sin duda uno de los Estamentos más importantes en la consolidación del sistema Nación, visto que la salud poblacional procura Estados dónde según el sistema capitalista debe producir beneficios y se requieren ciudadanos que otorguen su fuerza y voluntad para la expresion de fortaleza y del bienestar democrático. Venimos de un Estado que fundamento su Salud Pública, en harás de mantener una fuerza productiva estable y en movimiento dónde estás políticas de salud no velan por el bienestar del hombre en su condición humana sino como herramienta y entidades dónde solo se expresa su fuerza de trabajo como único objetivo de su existir; la existencia entonces es cosificada y transformada en un bien del sistema capitalista. El Estado entonces implementa su visión dominante, condicionando al trabajo como puerta de acceso al sistema público de salud en primera instancia, ofreciendo atención a trabajadores sin tomar en cuenta políticas que bañaran a todo el estamento poblacional que conforma al Estado, La creación del Ministerio de Sanidad y Asistencia Social fue la primera respuesta estructurada como política de atención y de allí se pasa a la conformación de los Seguros Sociales como entidad más específica en ese proceso de atención, siempre con miras a la salud del ente cosificado denominado ciudadano. La política de salud pública con está visión ha suscistido durante todo el proceso democrático otorgando al Estado un control sobre su fuerza de trabajo y sobre quienes acceden a la salud, con la implementación de la corriente neoliberal, el Estado ha sido reducido y atomizado a tales puntos que la prestación de servicios de salud ha sido trasladada como responsabilidad del Estado a una especie de concesión a los entes privados, desviando los recursos a esas estructuras siendo el garante, un intermediario que otorga recursos que pueden ser invertidos en un sistema robusto de salud pública a privados vendiendo la idea que lo privado da mejor respuesta y es eficiente, desmontando paulatinamente  la estructura de salud pública. El bienestar ahora depende de la mercantilizacion, organismos internacionales que deben y están llamadas a velar por consolidaciones de los sistemas públicos aupan este tipo de situaciones de forma velada ocultando la intensionalidad Neoliberal.
La transformación del sistema de Salud se hace imperiosa motivado a la gran cantidad de ciudadanos que eran excluidos y dónde la medicalización y mercantilización consolida el sistema médico hegemonico, fundamentado en una cultura de clases sociales y el deterioro de lo que denominamos bienestar. Está transformación comienza en tiempos de la Revolución Bolivariana, en ella se comienza a pensar de forma holística sobre el ciudadano y se promueve la participación como inicio de un sistema de verdadera Democracia dónde la igualdad y las oportunidades son otorgadas a la población venezolana incluyendo a la población excluida y que poco se beneficia del sistema público implementado de forma aparente pero que promocionaba ciertos números estadísticos que daban la apariencia de funcionalidad. Para mí está transformación debe iniciar como lo fue con la formación de personal de salud que no solo este comprometido con la salud si no que esté en consonancia con los cambios necesarios en cuanto a la totalidad y no integridad del Ser, la concepción de Integralidad me parece una trampa Neoliberal y del ideario Capitalista dónde se estructura la palabra como si ella lo abarcará todo; olvidando que lo integral no necesariamente represente al todo como ejemplo puedo colocar los Médicos de la vieja academia y de la nueva unos no llevan el adjetivo y otros si, ello los hace mejores desde la visión de la totalidad? Este personal que debe ser formado debe tener claro que los procesos de atención implica los cuidados de la salud y la vida como menciono el Dr. Feo , en uno de sus conversatorios, por ello debemos motorizan el cambio de accionar a la visión totalizante del contexto social, educativo, económico y cultural de nuestros nuevos profesionales y técnicos, aunado a ello debemos incluir una visión epistemica de profundidad en el campo de la investigación dónde los trabajos especiales de grado (TEG), promuevan nuevas formas de hacer y ver las cosas, elevando el nivel crítico y discursivo de hacer ciencia, incluyendo así el espíritu renovador, lejos del teorema conservadurista y revisionista. En este sentido pienso es necesario que estos nuevos profesionales deben no solo ser científicamente y técnicamente formados en virtud de aprender si no también de comprender como la totalidad envuelve su desarrollo profesional con características particulares de profesiones circundantes en sus áreas haciéndolo multidisciplinario. En otro orden de ideas pero sin desvincular el motivo de esta disertación, los profesores y maestros del área de salud deben poseer un carácter constructivista y de diálogo, sin perder la rigurosidad encaminando al nuevo profesional al entendimiento de la enfermedad y sus enlaces primigenios con la correspondencia de la realidad y los entornos de vida haciendo una salud social que enlace la: promoción, prevención, articulación primaria y reviso de los prospectos materialistas y científicos que conllevan a las diversas patologías que son enfrentadas cuidando así el mundo metafísico que en ellas se encierran, entendiendo por metafísico lo que está más allá de la Physis, palabra griega que solo miraba al mundo sin las relaciones y la introspección. El Estado en ello ha de promover cambios como los que ha dado, pero dejando de ser un planificador de etapas e inmediatez y convirtiéndose en un seguidor consecuente de sus nuevos egresados adecuando sus programas y políticas de salud al campo del seguimiento minusioso y otorgar las herramientas necesarias para motivar este desenlace epistemicos con visión ontológica. La Salud Pública en nuestros tiempos se ha olvidado que su objeto de estudio no es la enfermedad, es como la políticas en salud propician un Ser feliz y en estado de bienestar permanente; por ello el Estado debe aglutinar fuerzas en los cambios oportunos desde la definiciones hasta la particularidad de los conceptos que son promovidos en las leyes y diversos instrumentos legales que propician un sistema de colectivización dónde no solo el individuo y la colectividad sean partes importantes, también la ideosincracia y los acervos históricos de nuestra naturaleza regional conformen lo que ha de denominarse como corriente filosófica y antropológica Salud Colectiva  y Vida, garantizando de esta manera del Buen Vivir como Totalidad.
Es innegable que el Estado ha sido permeado en la actualidad por el neoliberalismo, bajo el trabajo ideologizante del capital y sus herramientas de dominación, entonces el estado debe permitir que nuevas formas de ver y hacer las cosas sirvan de las necesidades que el mismo Estado sabe y conoce, estando en cuenta de ello debe otorgar simplicidad en los procesos de acompañamiento, implementando a toda marcha los cambios ontológico a necesarios en la estructuras académicas que permitan a los profesionales producto de sus políticas de inclusión de una igualdad en las oportunidades haciéndolas claras y sin discriminación. Es de todos conocidos que el Estado a pesar de ser la entidad que establece los planes de formación viejos y nuevos y son las instituciones que conforman a ese mismo Estado las únicas que tienen la función de aprobar las currículas educativas a todo nivel, sea incapaz de aperturar los claustros y universidades en favor de educar desde la igualdad de oportunidades, estableciendo una especie de racismo entre los formados en una u otras academias. Allí es donde el nivel de transformación debe imperar, la creación de nuevas universidades o academias a fines específicos de inmediatez promueven es una diferenciación del hecho educativo diversificando los patrones educativos y atomizandolos, al mejor estilo neoliberal. Está transformación como ente creador de políticas educativas profería un Sistema Único de Formación en Salud, eliminando el sectarismo y potenciando los alcances necesarios para los cambios paradigmático a a nivel epistemicos y ontológico requeridos. Así mismo el Estado como entidad superior en la estructuración de políticas públicas en el área de salud debería hacer de la corrientes del pensamiento de avanzada como la Salud Colectiva, no un argumento o un simple discurso retórico, el Estado debe asumir está corriente como bastión y trinchera del desarrollo sostenible enmarcado en una nueva forma de asumir la ciudadanía y su bienestar. En referencia al sistema de hegemónia y colonización el Estado venezolano debe conmutar la tradición revisionista y de seguimiento de políticas en salud implementadas a través de organismos internacionales como la OPS y OMS, no separandonos de esas organizaciones, si no haciéndoles conocer como el Estamento venezolano es capaz de crear sistemas totalizantes de salud que en nuestras clases hemos denominado salud universal, demostrando que la operativización de sus protocolos y medidas distan mucho de incluir a todos los integrantes de una Nación y que son de carácter exclusivista e inadecuados para proporcionar bienestar a el pueblo por su propia forma de ser concebidos y los múltiples intereses que ellas representan tanto en el compendio político, estratégico y geográfico, son estás organizaciones los que yo denominó caballo de Troya para hacer una analogía, dónde estos bañados de colonialismo y visión hegemonica del poder, infectan progresivamente los Estados haciéndonos formar parte de una matriz que estamos llamados a romper instaurando sistemas colectivistas y nuevas formas de construir epistemología basados en nuestra realidad.
Es importante mencionar que el llamado a desarrollar la Salud Colectiva en Venezuela es una deuda en la cuál Latinoamérica, está en proceso de parto, siendo Venezuela el desarrollo más importante, si bien es cierto mucho del sistema teórico está esparcido en los países del sur es nuestro país el que más avances con respecto a la Salud Colectiva de forma práctica tiene y lo necesario entonces es sostener y alimentar esa corriente del pensamiento teórico en nuestro momento revolucionario.
La transformación social en nuestro país, depende entonces de nuestra capacidad de atar el Pensamiento Crítico como sustento epistemicos para conocer los alcances de corrientes tan peligrosas como la Hegemonia, la Dominación, el Neoliberalismo, la Medicalización, la mercantilización y todos los conceptos que permiten sostener el capitalismo; este análisis permitirá desmontar sistemáticamente del Estado Nación la ideología que sostiene la enfermedad como objeto de estudio y persiguir con tino las visiones sobre la condición humana requerida y dónde estará apuntaladas los nuevos diseños Totalizantes de la Salud Colectiva.

Emilio Suniaga

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